Otoño, una época dorada para visitar Sevilla
Hoy en Manolo León, nuestros restaurantes y catering en Sevilla, queremos demostraros que otoño es la mejor época del año para visitar Sevilla y, cómo no, disfrutar del valor de su gastronomía.
Pese a que esta estación del año provoca en muchas personas una sensación de melancolía por el cambio de temperatura y el final de las vacaciones, lo cierto es que estos meses se configuran como un momento idóneo para visitar la capital hispalense.
También el otoño es la época preferida que eligen muchas personas para hacer pequeñas escapadas a ciudades de interior aprovechando estas agradables temperaturas. Y lo cierto es que en Manolo León pensamos que éste es el momento perfecto para disfrutar de la ciudad y comer en Sevilla, conociendo las joyas que guarda su tradición gastronómica. ¿Quieres saber por qué? Estos son algunos de nuestros argumentos:
El clima. Sevilla es conocida por muchas cuestiones, y una de ellas es su elevada temperatura veraniega. Sin embargo, las temperaturas en octubre y noviembre son unas de las más agradables de todo el año. Gracias a que no se trata de temperaturas extremas, esto conlleva la ventaja de que apetezca dar largos paseos de sobremesa por sus calles adoquinadas, conocer sus comercios y sus rincones, y almorzar en un patio o terraza sin la necesidad de abanicos.
Los productos de temporada. El otoño es el momento para aprovechar el sabor y la calidad de los productos que nos ofrece la tierra. Meses perfectos para los amantes de verduras y hortalizas frescas como la calabaza, las setas o frutas como las manzanas, situándose como alimentos típicos del otoño. En nuestros restaurantes en Sevilla nos encanta elaborar deliciosas recetas para aprovechar estos productos y consumirlos acompañando a los platos típicos de nuestra tierra como entrantes o incluso como postres. Por supuesto, sin olvidar los productos ibéricos, carnes y pescados frescos típicos de Andalucía.
La belleza y el encanto de sus rincones. Todo vuelve a la normalidad tras las vacaciones veraniegas. En los meses de verano la ciudad está prácticamente vacía, y es ahora cuando se puede apreciar realmente el encanto que tiene la capital andaluza. Es un lujo pasear con el suelo cubierto por el color dorado que dejan las hojas caídas de los arboles, y en general los tonos marrones y ocres visten a la ciudad de la Giralda, creando estampas espectaculares, dignas de postal.
Mayor oferta de ocio y cultura. En un hecho que a partir del mes de septiembre, cuando las temperaturas descienden, se vuelven a retomar actividades culturales como la bienal de flamenco, una amplia oferta de obras teatrales, así como de zarzuela y ópera en el Teatro Maestranza, curiosas rutas históricas y turísticas por la ciudad, y la oportunidad de visitar los monumentos más representativos.
Los restaurantes. En los meses de otoño, el clima no es un condicionador, por lo que los comensales de los restaurantes pueden disfrutar tanto de las zonas interiores como de las zonas exteriores, como es el caso del precioso patio andaluz de Manolo León. Nuestro pintoresco patio –y del que puedes disfrutar durante todo el año- toma colores especiales y una belleza singular que te enamorará. Así, apetece aún más almorzar al aire libre rodeado de color y tradición.
Estos son tan sólo cuatro de los motivos por los que creemos que visitar Sevilla en otoño es una apuesta segura. Defendemos que no se puede conocer una ciudad si no conocemos su gastronomía, por lo que degustar la cocina andaluza es casi una obligación si visitas la capital hispalense.
En Manolo León, nuestros restaurantes y catering en Sevilla esperamos que este artículo haya conseguido despertar la ilusión de visitar nuestra ciudad, y por supuesto, a degustar su cocina. Te esperamos en nuestros restaurantes de Guadalquivir y Juan Pablos, para ofrecerte, además de un entorno único, una cocina tradicional con tintes vanguardistas, conservando la esencia de lo auténtico.
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